En Chile el gobierno levantó el estado de excepción en el norte del país pero mantendrá el despliegue militar en la zona. Éste inicio en febrero para controlar la migración irregular en cuatro provincias fronterizas.
El estado de excepción en Chile se extendió en dos ocasiones, desplegó militares y más policías en la frontera norte con Bolivia y Perú. En la zona migrantes cruzan a pie hacia las provincias chilenas de Arica, Parinacota, Tamarugal y El Loa.
«El estado de excepción termina, pero el gobierno va a mantener vigente el decreto 265 que permite mantener a todo el personal policial; pero también a todo el personal de las Fuerzas Armadas y a todo el equipamiento de apoyo para el control de las fronteras», dijo Manuel Monsalve, subsecretario del Interior.
Según declaran las autoridades, el despliegue militar controlará las actividades que se vinculen al tráfico ilícito de migrantes, el narcotráfico y el crimen organizado transnacional.
El fin del estado de excepción coincide con el anunció de la apertura desde el 1 de mayo de las fronteras con Argentina, Bolivia y Perú. Estas se mantenían cerradas debido a las restricciones por la pandemia de la covid-19.
Además, desde el jueves pasado se flexibilizaron las medidas sanitarias para ingresar a Chile. Ya no se solicitará el examen PCR ni tampoco se pedirá la homologación de vacunas.
Una nueva ley de migración permite a las autoridades chilenas «reconducir» a la frontera a todos los migrantes que hayan ingresado de forma irregular al país.
