El presidente destituido de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, este sábado abandonó un centro de detención en Seúl, tras la decisión de los fiscales de no apelar la anulación de su orden de arresto, pero continúa abierto su juicio por imponer la ley marcial el 3 de diciembre del pasado año 2024.
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En una declaración emitida a través de sus abogados, se pudo conocer que el Presidente destituido de Corea del Sur: «Inclinó la cabeza en señal de gratitud al pueblo de esta nación».
Sin embargo, es importante señalar que, aunque ha sido liberado de la prisión, Yoon Suk Yeol, sigue suspendido de sus funciones y enfrenta graves acusaciones, incluyendo insurrección por la declaración temporal de ley marcial.
La situación legal del destituido es compleja. Su juicio continúa en curso y se espera que el Tribunal Constitucional tome una decisión en los próximos días sobre su posible restitución o destitución definitiva a cargo como presidente.
Así que, a pesar de que ya está liberado, Yoon Suk Yeol no se encuentra fuera de peligro legalmente. Pues, su causa penal es independiente del juicio que enfrenta.
Tribunal tiene «dudas sobre la legalidad» de la investigación
La decisión del Tribunal del Distrito Central de Seúl de anular la orden de detención se basó en «dudas sobre la legalidad» del proceso investigativo y el momento en que se produjo su imputación.
Yoon Suk Yeol es el primer presidente surcoreano detenido durante su mandato y estuvo en prisión preventiva desde el pasado 15 de enero. Este sábado, tras su liberación, aproximadamente 1.500 personas protestaron en su contra, según informó la agencia de noticias Yonhap.
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