En medio de una tensa guerra comercial de Donald Trump, España se posiciona para sustituir a Estados Unidos como gran vendedor de cerdo a China, ganando terreno frente a las crecientes restricciones impuestas por ambas potencias.
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Los aranceles de EEUU a China, que alcanzan cifras históricas, han dejado al sector porcino estadounidense en una situación crítica. Actualmente, China aplica un 125 % de gravamen a productos estadounidenses, mientras que Washington respondió con un arancel del 145 % a las exportaciones chinas, decisión impulsada por el presidente Donald Trump con la guerra comercial.
Este escenario ha abierto una ventana de oportunidad para los productores españoles, que ven en el mercado asiático una alternativa sólida. En contraste con el retroceso estadounidense, el cerdo español en China comienza a consolidarse como una opción estable y confiable.
Además del impacto en la carne, las tensiones comerciales se han extendido a sectores estratégicos. China anunció recientemente la suspensión de exportaciones de minerales raros e imanes, esenciales para industrias como la automotriz, aeroespacial y tecnológica. Esta medida representa un nuevo golpe para el ya debilitado aparato industrial de Estados Unidos.
Cabe recordar que desde el pasado 2 de abril, la guerra comercial de Estados Unidos arrancó. Trump decretó aranceles recíprocos a diversos socios comerciales, ubicando a China entre los países más afectados, con tarifas que alcanzan el 54 %. Pekín respondió rápidamente, estableciendo un nuevo paquete de medidas arancelarias del 34 % adicional a productos estadounidenses.