China ha mantenido un cese total de las importaciones de gas natural licuado (GNL) procedente de Estados Unidos hace más de diez semanas, según un informe del Financial Times.
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En consecuencia, este cese de importaciones de gas natural licuado representa un duro golpe para EEUU y se produce en un contexto de crecientes tensiones comerciales entre ambas potencias.
El último cargamento de GNL estadounidense llegó a China el 6 de febrero, cuando un buque matanero transportaba 69 mil toneladas de combustible procedente de Texas que arribó al puerto de Fujian.
Poco después, el 10 de febrero, Beijin impuso un arancel del 15% a estas importaciones. Un segundo buque que se dirigía a China fue desviado a Bangladés tras la entrada en vigor de este gravamen.
Desde entonces, la situación se ha intensificado aún más con un aumento drástico de la tasa arancelaria. Actualmente, esta se sitúa en un 49%.
Ante esta situación, China estaría acelerando su acercamiento energético con Rusia. Recientemente, el embajador chino en Moscú, Zhang Hanhui reveló que numerosas empresas de su país están solicitando activamente mediación diplomática para establecer nuevos contratos con proveedores rusos.